La primera gran realidad del Santuario de Santa Teresa de Los Andes, en la localidad originaria de Auco, emplazada en la comuna de Rinconada, Provincia de Los Andes, es el templo y cripta.

En medio del amplio campo y su atractivo natural, estos dos edificios surgen como corazón de todo el conjunto.

El Templo, es la parte superior del inmueble, está dedicado a la Virgen del Carmen, patrona de Chile y de mucha devoción en el pueblo cristiano. Los frailes Carmelitas Descalzas que lo cuidan, juntamente con las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, son sus guardianes natos.

El estilo arquitectónico es muy lineal y sencillo. Se puede hablar de arquitectura carmelitana; de paredes blancas, tejas y aleros de madera. Su construcción es de hormigón armado, antisísmico. Tanto templo como Cripta tienen 1000 metros cuadrados cada uno. Su construcción fue a cargo del Arquitecto Raúl Irarrázabal.

Tiene una fachada alegre que da sobre una gran explanada, para las celebraciones numerosas. Arriba, cuatro campanas suenan alegres para llamar a los fieles para participar en las celebraciones litúrgicas. Cada una de las cuatro campanas lleva un nombre de una santo de importancia para el Carmelo: Santa Teresa de Los Andes, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Lisieux y Santa Teresa de Ávila. Ellas empezaron a resonar en el Valle en 1998 tras su correspondiente bendición y fueron confeccionadas por la industria Alemana Rincker.

Está a 5 metros de altura con un gran pórtico que recibe a los peregrinos  y sirve como presbiterio para las misas al aire libre.  La amplia panorámica  frente al Monte Aconcagua, es una de las grandes e imponente vistas de la naturaleza.

La cúpula y los tejados conjugan muy bien con el ambiente campestre y religioso, justamente con los amplios ventanales que da mucha luz.

En su interior, coincidiendo con el centro de una gran cruz que forma toda la construcción de la iglesia, se halla el presbiterio.   Al fondo, para realzar el Tabernáculo del Santísimo (obra de los orfebres Ana María Richard y Patricia Rivera)  y la imagen tallada en madera policromada de la Virgen del Carmen (donación del  fallecido Párroco Padre Carlos Villagra de Calle Larga), el pintor Gonzalo Correa realizó un mural con fondo luminoso que en su centro tiene una gran cruz que se difumina con figuras geométricas que van del amarrillo, naranja y ocre, creando rayos de luz. Cristo está en el Tabernáculo  y sobre él, nuestra Madre la Virgen del Carmen quien preside todo el templo.

A sus costados se encuentra la imagen de San José (derecha) y Santa Teresa de Ávila (izquierda).